La cooperativa vinícola renueva su apoyo al proyecto AMICA como parte de su compromiso con el desarrollo rural, la diversidad y la sostenibilidad
Bodegas Coviñas ha renovado su colaboración con Campus Diversia y su proyecto AMICA, reafirmando así su implicación con la inclusión laboral, el medio rural y la sostenibilidad. Esta iniciativa, en la que participa activamente desde hace años, permite que personas con distintas capacidades o en riesgo de exclusión social trabajen de forma directa en el entorno vitivinícola, generando oportunidades reales de formación y empleo.
El proyecto se desarrolla en viñedos situados en el entorno natural de Yátova, cultivados bajo principios ecológicos. En ellos, los participantes llevan a cabo labores de campo que culminan en la vendimia, la elaboración y el embotellado de vinos. Coviñas aporta a este proceso su conocimiento técnico y su experiencia cooperativa, contribuyendo a que esta actividad se traduzca en un aprendizaje valioso y en una fuente de autonomía para quienes participan.
La cooperativa entiende esta colaboración no solo como una acción de responsabilidad social, sino como una muestra de su modelo de viticultura humana y centrada en las personas. Cada botella que nace de esta vendimia inclusiva simboliza el esfuerzo compartido, el respeto por la diversidad y el valor del trabajo colectivo. Según palabras de Jorge Srougi, director general de Coviñas, este proyecto permite “crear vinos con alma”, y demuestra cómo la actividad agrícola puede servir de vehículo de transformación social.
La continuidad de este apoyo cobra especial relevancia en el marco del Día Internacional de las Cooperativas (CoopsDay), que este año lleva por lema “Las cooperativas promueven soluciones inclusivas y sostenibles para un mundo mejor”. Este enfoque refleja plenamente la identidad de Coviñas, que desde sus orígenes ha sostenido un modelo cooperativo basado en los valores de solidaridad, participación, equidad y compromiso con su entorno.
Con su participación en Campus Diversia, Coviñas no solo contribuye al fortalecimiento del tejido social y económico del medio rural, sino que también promueve una viticultura adaptada a los retos sociales contemporáneos. La colaboración con proyectos de impacto humano y medioambiental constituye un pilar estratégico en su visión de futuro.